El Perú que queremos

Por Carlos Añaños Jerí, empresario ayacuchano.
Con orgullo, recordamos estos 200 años de la independencia del Perú, que se libra en este espacio maravilloso, que es nuestra tierra, del cual nos sentimos orgullosos y, que se llama Ayacucho.
Estos 200 años de independencia no solamente nos debiera servir para recordar lo relevante y trascendente que es Ayacucho en la historia, ya no solamente del Perú, sino de América Latina y, por qué no decirlo, en la historia del mundo. Digo, historia del mundo, porque es momento de empezar a hablar de que el primer hombre en el Perú habitó en las cuevas de Pikimachay, en Ayacucho, hace más de 20.000 años, de acuerdo con el arqueólogo Richard MacNeish.
Yo siempre digo que, Ayacucho es un libro abierto aún por descubrir, que probablemente, este hecho, de la presencia del hombre en el Perú, nos lleve a descubrimientos mayores, como que la domesticación de la semilla de la papa, viene desde aquellos tiempos, de la presencia del hombre de Pikimachay. Y esta papa, hoy se consume en todos los rincones del planeta, que hasta salvó a Europa de la hambruna después de la Segunda Guerra Mundial. Ahora me pregunto, si todos sus hijos, descendientes, orgullosos de ser ayacuchanos, conocemos esta gran historia.
Dicho esto, creo que el Bicentenario de la Batalla de Ayacucho, debiera no solamente servirnos para recordar, reflexionar, sobre un hecho histórico trascendental, sino para poner en valor toda nuestra maravillosa historia de 20.000 años de Ayacucho.
Los descendientes del hombre de Pikimachay, sus hijos, debiéramos unirnos para buscar, sobre todo el bienestar y la felicidad de todos los ayacuchanos y peruanos, porque probablemente él vio lo que todos nosotros todavía hoy día no somos capaces de ver.
¿Y qué vio? Vio este maravilloso país, esta maravillosa geografía, que nos ubica, como el tercer país con mayor cantidad de microclimas del mundo, el cuarto país más biodiverso del mundo, el octavo país con mayor cantidad de reserva de agua dulce del mundo!
En honor al primer hombre que vivió hace 20.000 años, nosotros los peruanos debiéramos enfocar el desarrollo de la nación en cinco grandes ejes fundamentales, que los vamos a ir detallando poco a poco.
1. ¿Por qué no convertir al Perú en el pulmón de la alimentación del mundo?
2. ¿Por qué no ser el hub del turismo de todo América? Perú tiene 20.000 años de historia por contar
3. ¿Por qué no ser el proveedor de energía sostenible en el mundo gracias a la gran riqueza que tiene nuestro país?
4. Cuidar nuestras micro, pequeñas y medianas empresas que necesitan ser y son el motor del desarrollo del país y, que requieren especial atención.
5. En territorio sólido tenemos un 1,256,000 km² y en agua, una extensión muy parecida, que requiere de reglas que garanticen un manejo adecuado de nuestro mar.
Pulmón de alimentación del mundo
Ser, el pulmón de alimentación del mundo empieza por tener represas en todas las zonas altoandinas; por ejemplo, el sur de Ayacucho, que podría contar con represas en Lucanas, Parinacochas, Paucar del Sara Sara, todo el sur y, desde estas presas irrigar cientos de miles de hectáreas en Ica, Palpa, Nazca y Arequipa.
El Perú está demostrando este año 2024, un crecimiento en las exportaciones del 20% en productos agropecuarios; si a todo esto se adicionan las qochas o las presas en las zonas altoandinas, podríamos, no solamente mantener ese crecimiento, sino incrementarlo más, generando miles de empleos, poniendo en valor esa gran riqueza y esa gran biodiversidad que tiene el Perú, en momentos como el que estamos viviendo de cambio climático y calentamiento global.
Poner en valor esa gran magia, y esa gran productividad, sólo lo podemos saber los peruanos, exportando nuestros productos y nuestros alimentos al mundo entero, sobre todo hoy, que se abre un mercado de 4,000 millones de personas en toda Asia y con el Puerto de Chancay hoy estamos más cerca que nunca de esos cuatro mil millones de personas, que nos necesitan para cubrir su alimentación diaria. Esto nos podría generar empleo para cientos de miles de peruanos. ¡El agro es tan importante! que, asociado a las qochas o presas, que tienen un gran ejemplo en Ayacucho, debiera repetirse en todos los rincones del Perú como un tema de urgencia nacional, relevante para el proceso de transformación de nuestro querido Perú.
HUB del Turismo
Un tema importante, también, es ser el hub del turismo de América. El Perú, que, tiene una historia de veinte mil años aún por contar; 20.000 años de historia, arte, cultura y una serie de temas que podríamos mostrar al mundo, empezando por el primer hombre que vivió en la época del pleistoceno, y por supuesto en el holoceno, y contar nuestra historia milenaria maravillosa, desde Caral, Chan Chan, Chavin, las líneas de Nazca; Wari, el primer imperio andino; los Chancas, Vilcashuamán y, finalmente en la historia prehispánica, los incas, y no olvidarnos de los 200 años de independencia que se sellan justamente en Ayacucho.
Referencia aparte, tiene Wari, que fue una ciudadela gigantesca, cuna de los mejores textileros del planeta, que, hasta hoy, los humanos no hemos podido copiar, que justifica de lejos un museo Wari, que sea el símbolo del orgullo ayacuchano y nacional. Wari, hace dos mil años, sentaba las bases del poderoso imperio Inca, del cual todos nos sentimos orgullosos, teniendo su mayor muestra de ingeniería y arquitectura en el majestuoso Machu Picchu, que hoy maravilla al mundo entero dándonos la categoría de llamarnos país milenario.
Toda esta riqueza nos brinda la oportunidad gigantesca para poner en valor el turismo para el Perú y el mundo porque, no solamente somos depositarios de una larga historia, sino que tenemos igualmente, una costa maravillosa que mostrar, una región andina, desde donde se extiende por todo el territorio sudamericano, el majestuoso Amazonas, que se convierte en un ángulo fundamental, depositario de oxígeno en el planeta, que nos hace referentes de vida en el mundo. El ser el HUB del turismo americano, nos llevaría por rutas ordenadas, no solamente para valorar y cuidar la naturaleza, sino para que seamos sensibles y tener una experiencia de cuidar nuestros bosques, nuestra sierra y nuestra costa.
ENERGÍA
Otro eje fundamental en el Perú por la magia de su geolocalización son los recursos gigantescos naturales que tenemos. Entre ellos como hemos mencionado antes, están las represas y estas represas no solamente nos debieran permitir generar agua para el riego sino también energía y, si generamos energía, podríamos exportar al Brasil, Bolivia, Chile y hasta Argentina, el recurso que hoy día es el más escaso en el planeta. Ser proveedores de energía sostenible, además de contar con recursos como el litio, el cobre, el oro de gran valor en el mundo, debiera permitir una mayor valoración de nuestras minas, para cubrir la gran demanda que hoy se observa en el mundo. Una clara muestra de esta situación son los más de 800.000 millones de dólares en proyectos mineros que están en espera. Al respecto, se necesita un modelo nuevo que permita ganar a todos, ganar a las comunidades, a los pueblos que viven cerca de las minas y, por supuesto gane el Perú.
El potencial es gigantesco.
Hoy el mundo ha cambiado increíblemente en ese aspecto, y estoy convencido de que, el mundo nos espera con los brazos abiertos.
MYPES, MICROEMPRESAS
El otro eje de transformación necesario es: ¿Qué debiéramos hacer con el 80% de peruanos, calificados como “informales”?, quienes no tienen seguro social y no están pagando fondos de jubilación. Este sector son las micro, pequeñas y medianas empresas, que en muchos casos sobreviven levantándose a las cuatro de la mañana para trabajar y así llevar un pan de comida a su casa.
Para esto necesitamos hacer varias cosas.
Una simplificación administrativa que permita bajar las barreras de la legalidad; y cuando, se dice legalidad, es pensar en una bodega, un kiosco, una panadería o un taxista, que también pueden ser formales a través de menores exigencias legales y gubernamentales o burocráticas. Eso no les permite un trabajo formal, porque las exigencias son altas, como si fueran empresas grandes.
Ese proceso de simplificación administrativa debiera ser gigantesco, para que permita a las empresas y a los trabajadores, pagar conceptos de jubilación y salud de forma sencilla, ágil y fácil, algo tan necesario y fundamental.
Sólo así, en 20 años, podremos, tener a las personas que se hacen mayores, contentos en su casa, con una pensión de jubilación que le siga dando vida digna y respeto. Así tendremos también, una nación con futuro para nuestros jóvenes, sobre todo, que tienen tanto por hacer.
TERRITORIO MARINO Y TERRESTRE
Otro tema, del eje de transformación, es el marítimo. Hoy nuestra riqueza del mar, para lo que nos da es para producir mayoritariamente y gigantescamente harina de pescado y aceite de pescado. Tenemos que ordenar nuestro mar y no permitir que haya piratas que nos roben nuestros productos marinos.
Todos los que leemos nos damos cuenta que frente a nuestras costas hay cientos de barcos que están esperando el descuido de nuestras autoridade para entrar y robarse nuestros productos del mar. Mas que exportar harina de pescado, ojalá exportemos proteína de pescado, dándole valor añadido
y asegurar, ya no solamente la seguridad alimentaria en el Perú, sino también ser proveedores de seguridad alimentaria en el planeta, que tanto se necesita.
Esto obedece a que todos tenemos que trabajar y preocuparnos por nuestra tierra como por nuestro mar. El mar necesita nuestro compromiso y cuidado porque hoy está en emergencia.
Las últimas noticias no han sido alentadoras, las que hacen un llamado a todos los peruanos, a que empecemos a pensar realmente, en las 200 millas marítimas, que tanta riqueza podría dar no solamente al Perú, sino al mundo entero.
Para lograr estos cinco grandes ejes de desarrollo, se tiene que llevar a cabo una acción fundamental, que es declarar de interés nacional dichos ejes y, cuando los declaremos de interés nacional, tendremos que hacer una enorme revisión legal, laboral, fiscal, de simplificación administrativa, de apoyo, de incentivos, de promoción, para que MIPYMES emprendedores y empresarios tengan la oportunidad de vivir la sensación de ser parte real y de contribuir a un desarrollo espectacular del Perú.
Si nosotros ponemos en valor estos cinco grandes ejes el cambio será drásticamente positivo, se traducirá en la generación de miles y de cientos de miles de empleos, dándonos, no solamente la posibilidad de un crecimiento, sino que busquemos la prosperidad para todos los peruanos haciendo que nuestros pueblos invisibles, tengan dos consideraciones esenciales: vida digna y respeto.
Si ponemos en acción estos 5 ejes de transformación podríamos recuperar la fe, la ilusión, el sueño de vivir en un país próspero y no perder la esperanza para que nuestros jóvenes se queden y , que el más de un millón y medio de “ninis” puedan soñar en un Perú próspero y unido.
Y en tiempos del bicentenario, son temas que nos invitan a una reflexión en grande, más allá de nuestras diferencias políticas o ideológicas. El bicentenario sí puede ser un punto de inicio para pensar en nosotros, en el Perú y así, hacerlo grande, como su historia milenaria.